En la actualidad muchos países cuentan con estrategias nacionales de conservación de la diversidad biológica como una forma de asegurar la permanencia de especies y ambientes a largo plazo. En estas estrategias, las áreas protegidas son un elemento fundamental, por esta razón la gran mayoría cuenta con Sistemas Nacionales de Áreas Protegidas. De todas formas,  en muchos países, ya sea por recursos limitados o por las características de tenencia y uso de la tierra, es difícil que estos sistemas logren incorporar superficies que permitan abarcar todas las especies y ambientes que es necesario proteger. Es así que las reservas naturales privadas y un uso de la tierra compatible con la conservación significan un gran complemento para los Sistemas de Áreas Protegidas, aumentando la superficie protegida pero también aportando a que el paisaje donde esas áreas están inmersas, sea compatible con su sustentabilidad.